Los Injertos y Colgajos son una parte de piel sana extraída de un área del cuerpo para reparar la piel dañada o que falta en otra parte del cuerpo. Esta piel no tiene su propia fuente de flujo sanguíneo. El colgajo es un tejido de la piel que se desprende parcialmente y que es trasladado para tapar una herida cercana.
La Oxigenoterapia Hiperbárica ha demostrado ser extremadamente útil en la conservación de injertos y colgajos comprometidos. La hiperoxigenación favorece la viabilidad del tejido afectado, reduce el edema posquirúrgico y restablece la perfusión capilar, reduce la lesión de isquemia/reperfusión y favorece la sobrevida del injerto y colgajo, disminuyendo la necesidad de repetirlos. El tratamiento debe iniciarse lo antes posible, una vez que se ha identificado el compromiso de éste.
En el complejo proceso de la cicatrización intervienen diferentes tipos de células y mediadores químicos.
Se desarrolla de la siguiente manera:
Las plaquetas son las primeras en llegar a la zona lesionada. Posteriormente migran de los macrófagos que son un tipo de glóbulos blancos que se encuentran en la sangre e intervienen en la defensa del organismo contra sustancias extrañas o agentes patógenos y los fibroblastos que son célula del tejido conjuntivo que elabora y segrega proteínas de colágeno.
Una vez en la zona se organizan y comienzan a producir citoquinas, interleukinas e interferón (conjunto de proteínas de bajo peso molecular, que actúan como moléculas mensajeras a corta distancia en la comunicación celular).
Seguidamente se produce un aumento de la síntesis de colágeno y angiogénesis, apareciendo el tejido de granulación y cicatrización.
El oxígeno juega un papel importante en todo este proceso y la variación en la presión de oxígeno, pueden interferir en la proliferación de fibroblastos afectando la producción de las citoquinas, encargadas de estimular el crecimiento celular.
La producción de colágeno por los fibroblastos y su incorporación a la cicatriz dependen de la hidroxilación de la prolina y la lisina, que son aminoácidos que forman parte de las proteínas, siendo fundamental la presencia de presiones de oxígeno elevadas.
La Oxigenoterapia Hiperbárica mediante la oxigenación bajo presión favorece a los procesos de reparación de los tejidos lesionados, mejorando la hipoxia tisular y la microcirculación.